En la actualidad los usuarios quieren conocer las opiniones reales de personas afines antes de tomar una decisión. Sea para comprar un producto, elegir un destino de vacaciones o pasar a ser cliente de una empresa. Esas opiniones pueden ser clave a la hora de tomar una decisión de compra. Y todo este conjunto de opiniones en la red se conoce como reputación online.
Lo que antes podía quedar en un entorno social reducido (la familia, amigos o compañeros de trabajo), ahora es información que se distribuye de forma masiva, en algunos casos de manera viral, y puede alcanzar un elevado impacto mediático.
Muchas empresas restan importancia a estas opiniones y su reputación online o directamente ignoran el tema. Solamente se alarman cuando notan un importante descenso en las ventas o en el momento que aparecen comentarios negativos en la primera página de resultados de Google. Hay que anticiparse a las situaciones. Escuchar lo que dicen los medios y lo que opinan los usuarios puede ayudarnos a mejorar nuestros resultados. No hay que esperar a una crisis de reputación donde los comentarios negativos sean lo predominante para actuar o definir un plan de acción. Hay que asumir la existencia de opiniones, tanto positivas como negativas en la red. Por ello, resulta importante construir una identidad digital positiva, tomar posiciones antes de llegar a situaciones críticas.